lunes, 16 de marzo de 2009

Prensa

El Informador
En cuanto a la presentación de su formato, prácticamente El Informador sostiene la misma apariencia física de antaño a pesar de ser uno de los diarios que se mantiene a la vanguardia en cuanto a innovaciones tecnológicas. Pero como afirma Sánchez Ruiz (1993), igualmente este aspecto refuerza la imagen conservadora del periódico.

Decano de la prensa
Fundado en 1917 por Jesús Alvarez del Castillo, que en ese entonces era regidor del Ayuntamiento de Guadalajara

Se dice, además, que la familia propietaria de este rotativo tiene lazos de parentesco con el exgobernador de Jalisco, Enrique Álvarez del Castillo y también con la familia Leaño, entre quienes se encuentran algunos de los líderes principales de la Universidad Autónoma de Guadalajara, dueños del periódico Ocho Columnas, aunque no se sabe que El Informador simpatice con la ideología de los tecos .

El Informador “ha creado la imagen de ser un periódico conservador -en el sentido de no apoyar demasiado las innovaciones, ni políticas ni periodísticas- prácticamente desde sus inicios.
No se ha caracterizado por apoyar movimientos políticos o sociales derechistas, en particular ligados a la Iglesia Católica y se dice además de su fundador, Álvarez del Castillo, que era masón liberal anticlerical, lo que explicaría el que a pesar de mostrar una apariencia conservadora, no lo hiciera en alianza con la Iglesia” (Sánchez Ruiz, 1993)
Fue el diario que contó primero con una rotativa para periódico ensamblada en México capaz de imprimir doce planas simultáneamente y con mayor rapidez.
Durante muchos años su más cercano competidor a nivel local fue el periódico El Occidental, perteneciente a la OEM de Mario Vázquez Raña (antes conocida como la Cadena García Valseca).
Pero como diría Sánchez Ruiz, “El Informador puede vanagloriarse de ser un impreso estrictamente local, que se ha convertido a través del tiempo en el más vendido en Guadalajara (op.cit., 1993:34). Y hacemos énfasis en el más vendido pero quisiéramos agregar que no el más leído, pues se dice que muchos “lectores” compran el periódico sobre todo por su sección de Aviso Oportuno donde se anuncian productos y bienes para su compra y venta.
Quizá hoy en día también Mural le haga competencia fuerte en este rubro, pues además, en este último diario, los viernes se puede publicar de manera gratuita un anuncio en el “aviso de ocasión” o “aviso oportuno”. Y además, estos son los diarios que a nivel local manejan más publicidad al interior de sus páginas, incluso para Mural, la real competencia la mantiene con El Informador.


El Occidental

En los cuarentas ciertos círculos tapatíos (Cúpula Empresarial integrada por Jorge Dipp, Carlos Collignon) sentían un vacío periodístico, pues sólo existía un diario de relevancia (El InfoAdemás se dice que un grupo de inversionistas que inició El Occidental era apoyado por el arzobispo de Guadalajara (José Garibi) ya que El Informador le brindaba poco apoyo al clero.
También se ligó a El Occidental con el PAN (Efraín González Luna).
Como afirman Fregoso y Sánchez Ruiz “Todas esas ligas muestran el entramado de relaciones y “complicidades” en Guadalajara entre los empresarios (comerciantes, industriales y financieros) el clero, la derecha y el propio gobierno”.
Por problemas financieros se vendió El Occidental a la cadena del Coronel García Valseca) quien había establecido El Sol de Guadalajara. (1948)
Visión empresarial.
Donó la rotativa a Ocho Columnas.
70´s El Sol y El Occidental cambian de propietario a la OEM (Endeudamiento a Somex –crédito industrial- y en 1976 Echevería decidió poner en venta el consorcio periodístico.

Mural
Mural es el rotativo más joven de los que se publican en Jalisco (a excepción de los que lo hacen de manera gratuita). Mural salió a la luz por vez primera el 20 de noviembre de 1998. Mural forma parte del Grupo Reforma, cuya historia  inició el 2 de abril de 1922 con la fundación del periódico El Sol, en Monterrey, por Don Rodolfo Junco de la Vega con el apoyo del magnate cervecero Luis G. Sada quien también contribuiría, años después, en 1938, a que Junco de la Vega fundara el periódico El Norte el cual se consolida como periódico independiente en la década de los sesenta y posteriormente se conformaría el Grupo Reforma.

Ocho Columnas

El periódico perteneciente a la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), institución de carácter privada, salió a la luz pública en mayo de 1978 y como afirma Gilberto Fregoso (1991:202) “desde ese momento ha sido vocero del grupo anticomunista que fundó y opera dicha institución”.
Se dice que Ocho Columnas es el ejemplo de la prensa con un origen y finalidad claramente ideológicos. La UAG ha sido caracterizada por sus rasgos “fascistas” e interpretación ultra-conservadora de la religión cristiana. (Sánchez Ruiz, 1993: 91). Este grupo es conocido como los tecos
El modelo editorial del periódico Ocho Columnas contiene varios postulados, pero uno de ellos en particular se afirma que “Ocho Columnas reflejará en su contenido los diversos valores propugnados por la UAG.

Público


Antes Siglo 21.
S. 21 aparece el 8 de noviembre de 1991.
Alfonso Dau (dueño vinculado al PRI)
Se decía que con ese diario se transformaría el periodismo en Jalisco:
Apertura de sus páginas de opinión a personas de la localidad durante la semana (antes se hacía solamente los domingos)
Su director era Jorge Zepeda Patterson (periodista y académico) y el subdirector Pablo Arredondo Ramírez.
Personal del ITESO (mayoría)
Cursos intensivos de periodismo, redacción.
Sueldos altos. Menor corrupción.
Marcó la implementación de un nuevo tipo de formato que buscaría llamar la atención a los jóvenes. La maqueta del formato fue concebida en París.

11 de septiembre en Mural, El Informador y Ocho Columnas

El Informador

Valores Universales: apelación a la paz y solidaridad
Apoyo México a EU: El Informador se mostró a favor del apoyo de México a los Estados Unidos. Muy acorde a su política conservadora.
Consecuencias/efectos en México :
Los hechos acontecidos el 11S tendrían efectos directos en México, sobre todo resaltaron aquellos de índole económico.
Satanización del terrorista: Cuando se habla de los terroristas, El Informador lo hace refiriéndose a aquéllos que nacieron o viven en los países de Medio Oriente, o que practican la filosofía del Islam, lo cual tiene una dimensión cognitiva (Martín Serrano) pues son los estereotipos que circulan, los prejuicios, las ideologías o creencias sociales sobre quiénes son los terroristas, de dónde provienen, cuáles son sus causas, etc.
En el discurso periodístico, a través del cual circulan estas dimensiones, casi siempre se refiere o se presenta de manera negativa al “otro”, es decir, a los que para ellos serían los terroristas, los islamistas, los otros a quienes califican como fanáticos, salvajes y bárbaros.
El Terrorismo:
“no es un problema nuevo… tiene muchos años de practicarse en toda la tierra; difícilmente existe un país que en menor o mayor grado no haya sido víctima de atentados terroristas” y agrega “la mayoría de los seres humanos estaría de acuerdo en acabar con el terrorismo, por ser la manera más salvaje y bárbara de defender principios”...
…El terrorismo es una de las armas que grupos numerosos de fanáticos islámicos han escogido para hacer frente a lo que ellos llaman “el imperialismo occidental” (21 de septiembre).
El Informador se mostró muy afín a su ideología conservadora, de no ser crítico del gobierno, de manifestar su apoyo a los Estados Unidos y sus políticas siempre tibiamente.
El terrorismo, según este diario, afectaría a México sobre todo en el aspecto económico y en el cierre de las fronteras. De los discursos más relevantes que construye El Informador a través de sus editoriales son los valores que recomiendan seguir tanto a los actores directamente implicados como a la sociedad para evitar una guerra que podría incluso ser el fin de la humanidad y de la cual los responsables serían los fanáticos islamistas que “merecen ser castigados”.

Mural
Seguridad Nacional:
Este es el tema central en el periódico Mural que se liga a la vez con el de consecuencias para México. “Si los símbolos por excelencia del comercio global, del poder político y de la estrategia militar de la mayor potencia del mundo mostraron su vulnerabilidad muchos conceptos y costumbres propios de la seguridad y de la cotidianidad se derrumbaron” (12 de septiembre).
Acciones de EU vs responsables:
Mural publica entonces algunos de los posibles escenarios que a su vez fueron presentados en otros medios por diversos analistas. La postura del diario es que se advertía que los Estados Unidos tenía una enorme lentitud en la respuesta al terrorismo y para este periódico “la tardanza en la respuesta del Gobierno estadounidense está dejando ver fisuras en los servicios de inteligencia y seguridad así como en el liderazgo del presidente Bush” (13 de septiembre).
Un editorial que hace uso de un estilo sarcástico, del humor negro o sátira -es una de las características de algunos diarios mexicanos sobre todo en la prensa de siglos pasados.-. El editorial planteó –y en su narrativa lo presenta como si fuera un rumor- que en México ya “se empiezan a cocinar ideas para apoyar al poderoso ejército estadounidense en sus incursiones en Afganistán”. Y se decía que se preparaba un pelotón llamado 5 de febrero, es decir, un grupo de “aguerridos tapatíos” quienes tendrían como misión poner en práctica las habilidades que desarrollan todos los días en las calles de la zona metropolitana pero ahora infiltrados en las bases militares de los talibanes”. ¿Su misión? entrar en acción veinte minutos antes de los ataques estadounidenses y quitar llantas, antenas y radios de comunicación, reflectores de calor etc.”.
Y termina este editorial diciendo “en cuestión de semanas se verían en la zona de 5 de febrero y otros célebres tianguis de la localidad piezas de Afganistán”.
Y termina este editorial diciendo “en cuestión de semanas se verían en la zona de 5 de febrero y otros célebres tianguis de la localidad piezas de Afganistán”.
Es de notar que a diferencia de El Informador y Ocho Columnas, Mural evita calificar al terrorista o incluso presentar los estereotipos ya conocidos. Básicamente concentró su opinión en los efectos que tendrían en México los ataques a los Estados Unidos en materia de seguridad, economía y política. De los diarios analizados, fue el único que presentó un posible panorama respecto a las acciones que emprenderían los Estados Unidos, sus puntos a favor y en contra, así como los motivos de la guerra la cual beneficiaría a los Estados Unidos.
Mural fue el que menor cantidad de editoriales publicó respecto al 11S pero el que más se concentró en el aspecto nacional y las repercusiones del 11S en el país.

Ocho Columnas
El modelo editorial del periódico Ocho Columnas contiene varios postulados[1], pero uno de ellos en particular se afirma que “Ocho Columnas reflejará en su contenido los diversos valores propugnados por la UAG”.
Ocho Columnas publica tres editoriales al día, con títulos independientes. En el total de la muestra se publicaron 23 con respecto al 11S. El estilo narrativo -sobre todo en los tópicos o títulos del editorial- es con la utilización de letanías o metáforas, así como de dichos populares: “Mi paz os doy”; “Ángel de las Tinieblas”, “Dormidos en sus laureles”, “En boca cerrada”. Y resaltan los tópicos que tienen títulos negativos:
“Angel de las tinieblas”
“Terrorismo Criminal”
“Terroristas en ciernes”
La crueldad
Fundamentalismos
Estamos en guerra
Luto en México
Licencia para matar
Guerra a la vista
¿Terrorismo RIP?

Estos titulares ya están cargados de valoraciones, de apreciaciones de la élite que controla el contenido, de quien los produce, y por tanto orientan y organizan explícita o implícitamente la interpretación del texto en el sentido propuesto por esa valoración
El Bien y el Mal
Este es el tema central en Ocho Columnas, (y de ahí parten otros sub-temas). El discurso de la élite simbólica (van Dijk, 2005) de Ocho Columnas se mostró muy afín al discurso de George W. Bush, quien había establecido en sus discursos los temas que acompañarían la política americana y sus acciones: el mal, el terror y la guerra contra el terrorismo (Silverstein, 2002) así como la división del mundo en dos campos: los buenos y los malos.
La retórica de Ocho Columnas está plagada de dicotomías y de invocaciones de la oración y la divinidad
Satanización del terrorista
Ocho Columnas define negativamente al terrorista como el “Otro”, como hijo del diablo, como revolucionario criminal, como los hombres del mal, como los grupos de fanáticos que cayeron en el abismo demoníaco, como los paladines de la divinidad, como los entes de la maldad.

En su narrativa, Ocho Columnas hace uso continuo de marcos y frases bíblicas, alusiones a la divinidad, uso de metáforas, de plegarias, “la advertencia de Cristo de que ´el ángel de las tinieblas suele vestirse de ángel de luz´ cobra dramática actualidad …pues grupos de fanáticos terroristas que se escudan con el nombre de Dios, siendo en realidad su filiación con Satanás, han victimado personas inocentes”; “nadie tiene derecho a mencionar el nombre que damos al Dios único, ya sea Jehová, Alá o Cristo.. nuestro señor es un Dios que da la vida”;
“el enemigo de Dios, Satanás, lo definió como homicida desde el principio y así los que le sirven mienten, engañan, confunden y asesinando hombres pretenden erigirse como paladines de la divinidad cuando en realidad son los hijos del diablo (12 de septiembre).
Guerra contra el terrorismo
Ocho Columnas abordó constantemente en sus editoriales el tema de la guerra que Estados Unidos enfrentaría contra el terrorismo. Para este rotativo, el terrorismo es otra forma de hacer la guerra y por ende, la política, y consideraba interesante la postura que había tomado Rusia actual al no participar en un ataque norteamericano contra los territorios de Afganistán.
Afirmaba que todos los pueblos de la Tierra están de acuerdo en llevar a cabo una guerra a muerte contra el terrorismo internacional y que en lo que se difería era en los medios.
Para Ocho Columnas “los tanques, los aviones de combate, las infanterías, los escuadrones motorizados, los portaviones etc. salen sobrando y sólo rinden resultados positivos cuando se trata de acabar con algún santuario o centro importante de reunión y campos de entrenamiento de algunos de los grupos terroristas” (editorial 24 de septiembre).

Planteamiento en considerar la amenaza que constituyen para México algunos grupos guerrilleros nacionales y latinoamericanos pues éstos podrían tratar de hacer atentados “como los que ahora se lamentan a nivel mundial” por tanto Ocho Columnas consideraba urgente que el gobierno mexicano proyectara una acción para limitar o impedir que algo así sucediera en México.
Y ¿quiénes son esos grupos guerrilleros a los que se refiere este periódico? El ERP, ERPI, las FARP incluso el EZLN pues estos grupos “deben ser controlados por las autoridades y dado que no están dispuestos a dialogar con el gobierno se les debe tratar como lo que son, que no vaya a suceder lo que pasó con los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, que fueron sorprendidos por los terroristas” (13 de septiembre).

Ocho Columnas publicó en sus editoriales discursos con respecto al terrorismo y los hechos del 11S que no son muy diferentes del discurso que George W. Bush había estado impartiendo a raíz de los atentados del 11S.
Está claro que Ocho Columnas dista mucho de ser un periódico objetivo y neutral.
Es congruente con la ideología que ha mostrado desde sus inicios, anticomunista, pro-americano, neoconservador cristiano, de derecha. En estos tiempos en que se habla de prensa democrática, plural, abierta, Ocho Columnas dista mucho de poder ser considerado un periódico serio, que informe objetivamente.
Forma opinión, sí, entre sus lectores universitarios, entre sus dirigentes que quieren “mantener” el control de su ideología al interior de su núcleo y abrirse lo más posible a aquéllos que así lo permitan, con el fin de captar seguidores y perpetuar su manera de ver el mundo.
La manera de hacer sentir “cercano” por parte de los medios aquí presentados a un tema global como el terrorismo a la sociedad “tapatía” fue adaptándola a los intereses ideológicos de cada periódico.
No fue de ningún interés –al menos por lo que se ve en los editoriales- el formar una opinión crítica y objetiva.
Los medios finalmente dependen de nosotros, los lectores.

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